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Comentario: Educación en línea y presencial

Mrsq19 | 15 de Marzo, 2023


Título alternativo: Una carta de amor a la educación en línea

.- Introducción

Este es un tema del que todos tuvimos que sufrir de alguna u otra forma durante la pandemia del año de 2020. Es una realidad que a partir de entonces las reglas cambiaron: ahora los profesores se aferran más que nunca a las plataformas digitales (a la entrega de trabajos en dicho formato antes de los trabajos realizados a mano, la consulta e incluso la aplicación de evaluaciones finales de manera digital) a pesar de haber retomado la aplicación de clases en modalidad presencial desde hace medio año (o incluso uno, dependiendo el grado escolar y ubicación geográfica).

A decir verdad, es entendible por qué hay gente que prefiere el retorno a clases en modalidad presencial, incluso puedo nombrar ventajas ante el tener que estar encerrados en nuestros cuartos en una videollamada rezando porque no se vaya el internet: nuestra concentración aumenta en los salones; las interacciones son más directas; las instalaciones están dedicadas para el aprendizaje; las asignaturas que precisan de laboratorios, tal como se indica, obligadamente utilizan material y precisan enseñanza directa en su respectiva zona.

Pero viendo que, en mi caso particular, llevo apenas unos cuantos meses de vuelta en mis clases de modalidad presencial, debo de ser lo suficientemente honesto en cuanto a lo que representa estar a favor de las clases en línea. Y solicito al lector especial atención, pues estaré mencionando situaciones que se acercan a lo personal, implicando que dichas pueden variar dependiendo del tipo de escuela, carrera e incluso ubicación.

Lo que se mencionará a continuación es una ligera defensa a los elementos que conforman la educación en línea que deberíamos de tener en consideración, más para aquellos que están considerando tomar una carrera universitaria en modalidad no escolaridaza / abierta / a distancia.

.- Elementos que extraño de la educación en línea

Las aulas son necesarias... salvo cuando...

Esta es una carta abierta a todas esas escuelas que se denominan “autónomas” o “las mejores de [su respectiva nación]”: en ocasiones las aulas no están correctamente condicionadas ante aquellas asignaturas que necesitan de ciertos equipos.

Lo sé perfectamente porque en varias clases que he llegado a tener, los estudiantes y profesor tenemos que aguantar el insufrible trabajo de ver si los proyectores y computadoras instaladas en los salones funcionan correctamente. Cuando no, entonces tenemos que intentar hacer el mayor esfuerzo por entender el material que el profesor nos muestra por medio de una pantalla (también instalada en cada salón) insufriblemente pequeña y mal ubicada.

Podrá no sonar como algo malo, pero tengamos en cuenta que la mayor ventaja de las clases en línea era el hecho de que todas las herramientas estaban a la disponibilidad del profesor y lo único que lo limitaba posiblemente era su conexión a internet o la potencia de su equipo. Varias asignaturas que llevo y precisan de laboratorios de computación son un desastre educativo porque simplemente las instalaciones de varias escuelas no tienen soporte suficiente para sustentar tantas aulas de ese tipo (y en mi universidad estos escacean).

Las clases siguen siendo monótonas

La mayor ventaja de una educación en modalidad presencial es que tienes el soporte de aquella persona que funge como mentor durante todo el curso (semestre, cuatrimestre, trimestre, como sea); de hecho he notado que presencialmente tiendo a entender más rápidamente antes que en modalidad en línea. Pero el problema radica en que las dinámicas de enseñanza de los profesores son un grave problema. Tantas veces he notado cómo es que algunos prefieren seguir dando su charla de dos horas para dejar tarea e irse, otros que solamente piden trabajos en equipo y algunos que directamente no se aparecen sino hasta el final del semestre.

Si algunas personas se quejan de que durante las clases en línea los profesores se dedicaban a leer un PDF, entonces es porque nunca tuvieron que sufrir el infierno que representa ver que el profesor se ponga a LEER SU PDF EN PLENO SALÓN. Entiendo que este sea más problema del profesor antes que de la propia forma de enseñanza, pero al menos con las clases por videoconferencia uno podía indagar más sobre aquellos temas al mismo tiempo de tomar clase.

Los tiempos de traslado

Bendecido el tipo que vive a cinco minutos de la escuela y al foráneo que renta en un lugar aledaño, porque de otra forma deberás de prepararte para tomar traslados de hasta dos o tres horas para llegar a ver a un pésimo profesor dando catedra.

En lugares tan densamente habitados como lo es la capital de México, llegar a la escuela en menos de una hora es un milagro, y esto representa milagroso tiempo que se pierde en hacer literalmente nada. Pensar que si, uno tarda cuatro horas de traslado diario, eso equivale a malgastar 20 horas por semana, ¡10 horas más y sería lo equivalente a un trabajo de medio tiempo!.

Mínimo las clases en línea te daban la posibilidad de descansar o incluso aprovechar dicho tiempo para hacer otras actividades. Que si, uno puede decir que daba lo mismo porque igual en modalidad en línea acababamos procrastinando el mismo tiempo, pero si se sabe aprovechar el tiempo, entonces no hay necesidad de traer a colación dicho argumento.

Cuando no entiendes el tema y te toca joderte

Este es, sin duda alguna, mi mayor problema con la clásica educación de forma presencial: el hecho de tener que prestar la mayor atención posible y estar siempre atento a lo que el profe mencione. Personalmente nunca me ha pasado, pero en aquellos momentos en donde alguien se queda con dudas y no sabe cómo avanzar son los que bajan la moral y el interés de querer aprender.

Durante clases en línea uno podía fácilmente grabar la clase para así, en caso de tener dudas, se podía revisar la grabación y poder disipar éstas. En la modalidad presencial esto no es posible, por lo que en ocasiones llega a surgir ese caso en el que los temas explicados profesores pasan por una especie de teléfono descompuesto donde al final la idea original significa algo arbitrariamente similar pero descolocado.

Este es un problema que hasta los profesores llegaron a entender, al punto que algunos deciden grabarse a sí mismos para subir sus clases a Youtube y que sea accesible para los alumnos, o bien permitirle a estos últimos grabar o como mínimo tomar fotografías de las anotaciones que se realicen.

Lo anterior es, para mí, el punto que hace definitiva la idea de que las clases en modalidad presencial no deberían de volver a como era antes. Y de hecho no lo son, pues como dije al inicio, los profesores ahora prefieren métodos de comunicación y asignación de actividades de manera digital, mostrando que definitivamente se puede hacer un cambio que mezcle lo mejor de dos mundos.

.- Conclusión

Entiendo definitivamente el por qué es necesaria la educación en modalidad presencial, incluso varias carreras tienen (o deben tener) disponibilidad exlusivamente en dicho formato; pero en ocasiones pasa que los modelos deben de irse actualizando para funcionar, y la educación es una de aquellas que no han sabido hacerlo.

Es más que claro que mi idea de la educación (universitaria) es más incendiaria, pues personalmente creo que ésta solamente provoca que no haya verdadera competencia ni innovación en ningún rubro, pues como todo el mundo puede ahora tener un título, a estas alturas ya no vale nada.

¿Mi solución? Lastimosamente no mucho. Como soy un estudiante dedicado al área de TI entonces veo las cosas de una forma especial, viendo que lo más valioso en nuestra área es más la cantidad de certificaciones y la especialización que tengamos antes que un papel que diga que tenemos aguante. Entonces mi solución es precisamente esa: dejen de hacernos sufrir con educación mal llevada y permítanos tener una educación en modalidad híbrida.

Salut.



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