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Lecciones aprendidas: 1984

Fecha: 30 de Enero, 2023

Autor: Coffee17



Índice

Parte I: Introducción

Parte II: Una retrospectiva de 1984

Parte III: Problemas en el paraíso

Palabras finales


Parte I: Introducción

Normalmente tendría palabras de inicio para alabar, menospreciar, incluso alardear con respecto al contexto que antecede una obra como 1984. De normal primero se tiene que explicar la situación del autor, pues es a través de las ideas de éste donde empieza a funcionar la maquinaria para una idea.

George Orwell No es ni de chiste un ser de luz, tampoco un visionario (aunque hasta cierto punto esto no importa), pero sí era alguien que tenía visiones bastante cuestionables, aunque diferentes a las de los NPC’s que se decantan a jugar a la politiquería barata.

Se puede resumir que Orwell era un ferviente al socialismo (o comunismo) en la parte económica, que a su vez creía en el individualismo para el crecimiento (socialmente) de una comunidad. No es de extrañarse puesto que critica visiones basadas en la codicia y la traición a sus compatriotas (como se ve en Rebelión en la Granja), a la vez de hacer un enorme y a veces poco sutil paralelismo con el comunismo ruso (y chino).

Estas son las ideas clave para comprender una obra como 1984, pues aquí se llevan al extremo las ideas de colectivismo y manipulación a los ciudadanos, al punto que, como todo el mundo sabe, el mundo que plantea Orwell está tan controlado que siempre hay telepantallas registrando las actividades de las personas, hay ministerios que hacen toda actividad contraria a lo que sus nombres plantean (Ministerio del Amor, de la Verdad, etc.), se manipulan los datos a todo momento para cambiar el rumbo de la historia, la gente culpada de alta traición son desaparecidos al punto que son incluso borrados de la existencia... En general todo lo que normalmente podemos considerar malo.

Parte II: Una retrospectiva de 1984

Esto es lo que normalmente se habla, pero lo que no me gusta de esos auto-denominados críticos es que siempre evitan hablar de la historia que cuenta el libro (porque si no lo fuera, entonces fácilmente 1984 podría tratarse de un ensayo de un mundo ficcionado). Porque dicen siempre la misma basura de que “todos los personajes son planos, meros robots que hacen lo que se les pide que hagan” y tal.

La gracia con 1984 es precisamente que los personajes tengan un plan específico. Me molesta que traten de tomar esto como un punto negativo, pues Winston Smith es la visión pasiva de cómo uno se siente dentro de un mundo distópico que comprende es negativo, pero que no puede luchar contra ello. Pensar en el protagonista como un personaje unidimensional es decir una verdad a medias: Entiende que la historia siempre está siendo destruida y reescrita, participa en el mundo aún contra su voluntad, pues entiende que el más mínimo acto sospechoso le pueden traer consecuencias graves, en un intento desesperado por recobrar la fe en la humanidad mira con fervor cómo es que el futuro puede pertenecer a las clases que siempre han estado desfavorecidas (mostrando cómo Orwell comprendía que en el mundo real esta visión era solo una mera ilusión).

Básicamente Winston es de una forma, una representación del lector que observa cómo las maquinarias van operando mientras que nosotros, sabiendo que no podemos hacer realmente nada para cambiar la perspectiva del mundo, estamos ganando al ser contrarios que sobreviven en un mundo opresor. Tal y como toda distopía interesante, que comprende que ganar no se trata de destruir el sistema, sino de vivir en él y poder influenciar ante ese cambio, como si de un virus indestructible en un organismo se tratase.

Los demás personajes son normalmente una visión de las consecuencias de un sistema similar: Julia es el personaje que demuestra cómo dentro de un mundo así, las personas que luchan por principios que no terminan de comprender realmente no están interesados y solo anhelan lo que les convenga; los compañeros de Winston pese a tener funcionamiento digno de NPC’s, ayudan a establecer cómo nuestras posibles acciones dentro de un sistema así puede ser castigado de maneras completamente injustas (por algo casi todos acaban capturados no importando si fueron siempre fieles al partido); O’brien es posiblemente más interesante, haciendo que a partir de la manipulación se nos haga creer de alguna u otra forma que hay esperanza en un sistema que está perfectamente creado para hacer que sea funcional, a la vez que crea enemigos invisibles como señuelo para perseguir posibles conspiradores.

Siempre viene a crítica el cómo un sistema así puede funcionar, dado que no hay más que supresión para aquellas personas que habitan dentro de Oceanía. La cuestión es que siempre se nos explica cómo trabaja: con falsos ideales de esperanza al mantener guerras que incluso pueden no estar ocurriendo; sometiendo a la gente funcional a la ignorancia, de modo que son lo suficiente estúpidos como para no cuestionar, pero aptos para hacer los trabajos necesarios; los altos mandos siendo los que más disfrutan de esta gran cadena, aunque nunca siendo explicados completamente; el sometimiento y el miedo siendo las herramientas que impulsan a las personas a mantenerse quietas, mientras el IDEAL colectivo siendo su impulso.

Porque la idea detrás de 1984 es la de hacer de todo un sistema automatizado que funcione en tal de hacer que las maquinarias del partido sigan trabajando. Esto se puede ver incluso en naciones modernas como China o Norcorea, pero se debe de admitir que tiene problemas latentes tanto la obra como el planteamiento.

Parte III: Problemas en el paraíso

Primeramente, es cierto que la gracia de que un sistema así funcione es que se manipule la realidad con tal de hacerle perder sentido, pero pasa que al tener un sistema completamente funcional que no se mueve más allá de mantenerse estable ¿Qué sentido tiene impulsar siquiera un organismo así, si en el libro ni siquiera se menciona quienes se benefician en todo esto?.

En segundo lugar, se debe de admitir que sus personajes, pese a ser quienes mantienen el flujo de la narrativa, igual no son tan interesantes. Tal vez se debe al hecho de que el mundo de por sí es lo suficientemente atractivo como para prestarle atención a los personajes; aunque el truco está en que, como los personajes son los que mueven todo el hilo de la trama, tenemos que apegarnos a sus actos para ver cómo es el mundo (por lo que nuevamente, me niego a aceptar la idea de que este libro es únicamente para analizar el contexto político).

Otro problema que no me termina de gustar es la propia idea del proletario y esta división del mundo: es cierto que se menciona que hay tres super-naciones dominando el mundo y que una no es distinta de la otra, por lo que no hay forma de expandir el concepto del mundo más allá de un par de detalles del funcionamiento del sistema orwelliano; el proletario también se llega a mencionar siempre como aquella clase que nunca ha importado y no lo hará, pero ¿Cómo puedo creerme que son poco vigilados, si tienden a ser seres más problemáticos? Más que nada porque el mundo te hace creer que todos son observados a todas horas, pero el caso con el proletario en el libro escapa de mi visión, pues más allá de ser una masa inútil ¿No podría ser que en algún momento la masa proletaria sea capaz de causar destrozos? ¿O que los sometidos al desgaste de la vigilancia y persecusión logren encontrar refugio sobre este entorno proletario? Es precisamente esta parte la que hace que no me termine de convencer 1984, pues establece normas específicas para algunos y otras más flexibles para otros.

Palabras finales

Puede que lo que más se vaya a rememorar de este libro sea la idea del gobierno orwelliano que todos tememos y decimos de alguna u otra forma “ojalá no nos pase a nosotros”. Otros tantos indican que ya estamos viviendo esa época; una porción menor de personas perciben que en realidad nuestra distopía se asemeja a Brave New World.

Lo que yo creo es que la lucha por ver cuál distopía es la que se asemeja a nuestra realidad es un malgasto de energía, pues lo que deberíamos de consultar es más el qué parte de cada distopía está presente en nuestro mundo: Tenemos la libertad falsa que se presenta en Brave New World. Tenemos esa prohibición y extrema vigilancia en nuestro entorno gracias a nuestra propia versión de telepantalla diseñada para que nos guste tenerla. De todo tenemos en esa literatura de distopía (buena) que paralelamente se inspiran en esos aspectos de nuestra vida.

¿Qué hacer con esa información? Depende de cada uno, pero con empezar a razonar sobre nuestro control y vigilancia dentro de nuestro entorno se puede dar el primer paso. Ver cómo 1984 más que ser un discurso para analizar con fines políticos, ser una obra para comprender y sacar la información pertinente para aprender a alejarse de un mundo como el que presenta la novela.

Don't forget, big grother is watching you..


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